EL LATIGO RADIO

viernes, 20 de mayo de 2011

VARGAS LLOSA Y SU CUESTIONADA AUTORIDAD MORAL PARA PEDIR VOTOS PARA OLLANTA


"VARGAS LLOSA SE APROVECHÓ DE NUESTRO DOLOR"
17 AÑOS DESPUÉS, LAS HERIDAS DE UCHURACCAY AÚN SIGUEN ABIERTAS:
Viudas y madres de los periodistas asesinados en Ayacucho se indignan al recordar la injusticia que apañó el escritor.
El escritor Mario Vargas Llosa, en su reciente y corta visita al Perú, nos ha sorprendido con el sempiterno y trajinado estribillo de que siempre estuvo a la vanguardia de la defensa de los derechos humanos, que lucho contra la dictadura, entre otras perlas como que pedirnos a los peruanos que votemos por Ollanta.
De pronto, estas expresiones han sacudido la dignidad y el corazón de los deudos de las víctimas de los periodistas asesinados en Uchuraccay, Ayacucho, en 1983. Con el dolor y sufrimiento todavía imborrables en su memoria, recuerdan al escritor por su incapacidad de llegar a la verdad cuando presidió la comisión investigadora de estos luctuosos hechos.
Hace 17 años, un 28 de enero de 1983, el mundo se sobrecogió de espanto al enterarse de la noticia de la cruel muerte de ocho periodistas y de su guía en la comunidad de Uchuraccay, en las alturas de Ayacucho, cuando cumplían misión informativa en esa inhóspita zona. Se trataba de Jorge Sedano de La República; Eduardo de la Piniella y Pedro Sánchez, de El Diario de Marka, Willy Retto y Jorge Luís Mendívil de El Observador, Amador García de Oiga, Félix Gavilán y Octavio Infante, periodistas ayacuchanos y corresponsales de "El Diario de Marka", y el guía Juan Argumedo.
La masacre de Uchuraccay es uno de los más sangrientos episodios de la historia del periodismo nacional, cuya verdad aún se mantiene oculta, no obstante que en ese entonces se nombró una comisión investigadora presidida por el escritor Mario Vargas Llosa, la que llegó a la conclusión "ABSOLUTA" DE QUE LA MASACRE ERA EL RESULTADO DE UN "TRÁGICO ACCIDENTE": los periodistas y el guía fueron confundidos con senderistas por los comuneros de Uchuraccay quienes, en un estado de pánico histérico, les dieron muerte. ¿El responsable? Sendero Luminoso.
LA COMISIÓN
El gobierno de Belaúnde decidió nombrar una comisión investigadora presidida por el escritor Mario Vargas Llosa e integrada por el decano del Colegio de Periodistas del Perú, Mario Castro Arenas y el jurista Abraham Guzmán Figueroa. También fueron parte de la comisión los antropólogos Juan Ossio, Fernando Fuenzalida y Luis Millones; igualmente el lingüista Rodolfo Cerrón Palomino, el sicoanalista Max Hernández y el abogado Fernando de Trazegnies.
Las ¿investigaciones...?
En febrero, la comisión visitó Uchuraccay e interrogó a los comuneros y familiares del guía Juan Argumedo. El informe respectivo fue entregado en marzo de 1983, caracterizándose por incluir interpretaciones de tres tipos: convicción absoluta, convicción relativa y convicción dudosa. Entre las conclusiones más importantes hubo una que señaló que el viaje de los periodistas fue bajo su propia responsabilidad y que los principales jefes político-militares no tuvieron conocimiento de él. Que los comuneros de Uchuraccay los habrían confundido con un destacamento senderista que venía a escarmentarlos por los linchamientos ocurridos en Huaychao. Que "los periodistas debieron ser atacados de improviso, masivamente, sin que mediara diálogo previo, y por una multitud a la que el miedo y la cólera, mezclados, enardecían y dotaban de ferocidad infrecuente en su vida diaria y en circunstancias normales". Que era falsa la tesis de que los periodistas hubieran llegado enarbolando una bandera roja y lanzando epítetos en contra del gobierno. Que la masacre fue obra de los comuneros de Uchuraccay, sin que participaran en ella fuerzas del orden; reconociendo, sin embargo, que los comuneros habían recibido de los "sinchis" la recomendación de defenderse y matar a los terroristas que se acercaran a Uchuraccay.
Este informe fue duramente criticado y calificado como una maniobra encubridora del gobierno.
El hallazgo
El 14 de mayo de 1983, en una cueva de vizcachas del cerro Huashua Ccasa y cerca a la comunidad iquichana de Uchuraccay, accidentalmente fueron encontrados cámaras, rollos, y documentos de algunos de los ocho periodistas masacrados. En una de las cámaras (la perteneciente a Willy Retto) se encontró un rollo a color "Ektachrome", del que sólo se rescataron nueve vistas. Estas dieron un vuelco a las investigaciones sobre el caso y hoy está aquí, bajo una nueva lupa.
Heridas abiertas...
La prensa fue en busca de la madre de Willy Retto. Ella, en su casa, nos recibió a través de las rejas de su puerta, pidió disculpas por no dejar entrar al pasado que conmocionaba su presente y nos dijo: "Por favor... ha pasado tanto tiempo y ahora que usted me pregunta por lo del ayer, mi sangre se me revuelve por la furia mal contenida que se ha ido empozando en mi vida".
Sólo queríamos preguntarle cómo quedaron las investigaciones de la comisión que presidió Vargas Llosa...
Todo fue una farsa, el señor Vargas Llosa sabe muy bien quiénes son los asesinos, pero no lo quiso decir nunca. Siempre ocultó la verdad. El traicionó las lágrimas de todos los deudos, y como no podía seguir aquí conteniendo esa vergüenza, se nacionalizó español para huir del país.
Son palabras muy fuertes, señora...
Pero qué quiere que le diga, ¿que él nos hizo un gran favor? Cuando todo el mundo sabe que obtuvo ganancias con los informes que propalaba por la televisión. Ese hombre es un gran mentiroso. Nos ha hecho mucho daño y ahora viene con que defiende los derechos humanos. ¿De qué derechos humanos me habla, si la comisión que él presidió prácticamente nos dice que nuestros hijos eran terroristas? El ocultó la verdad. Por eso, tan asesino es el que mata como aquél que apaña el crimen.
¿Qué me puede decir de la comisión Vargas Llosa?
Por favor, ese señor no tiene autoridad moral para venir aquí y decir que es un gran defensor de los derechos humanos, cuando la verdad del caso Uchuraccay ha quedado impune por obra y gracia de él. El nos ofreció una pensión vitalicia y una serie de beneficios que sólo fueron para la platea. Lo único que conseguimos fueron las casas que nos donó el ex presidente Fernando Belaúnde.
¿Y los resultados de la comisión?
Bueno, esa comisión, me parece que todo ha sido arreglo, porque ellos habían dicho que habían encontrado unan bandera roja, pero eso no es cierto porque ellos siempre llevan una franela roja para tapar y limpiar sus máquinas fotográficas. La verdad la ocultó el señor Vargas Llosa y por eso le mintió al país en forma descarada. Yo he viajado como cinco veces a Uchuraccay y he conversado con los comuneros. Ellos me han dicho que fueron los militares de esa época quienes asesinaron a los periodistas. Y eso lo sabe el señor Vargas Llosa. Lo lamentable es que las pruebas las ha limpiado la comisión Vargas Llosa, pero yo igual lo denuncio. Por eso este señor escritor no va a venir a contarnos un cuento como lo que hizo en el año 90, cuando se aprovechó de nuestro dolor y a algunos de los deudos nos utilizó para su campaña política engañándonos vilmente. Ese señor nos ha hecho mucho daño.
Epílogo
Las declaraciones de los deudos de las víctimas de Uchuraccay son contundentes contra Mario Vargas Llosa, a quien no le pueden quitar los lauros que como escritor ha conseguido a nivel mundial, en virtud de su fértil pluma y febril imaginación. Sin embargo, su autoridad moral se resquebraja totalmente cuando habla de los derechos humanos, que nunca supo defender.

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